Si catalogas las cosas como buenas o malas, todavía es que juzgas desde la limitada mente a aquellas personas que al parecer hacen las cosas bien o mal, lo que es realizar diferencias entre la gente. Y si separas mediante juicios a las personas, te alejas de la realidad de que TODOS SOMOS UNO, más allá de las formas.
No les odies por lo que hacen, ámales por quienes Son
Si juzgas, luego condenarás. Si condenas, luego odiarás. Si odias te alejas de «Ti mismo», lo que lleva a alejarte de la PAZ sin opuesto, de tu auténtico YO, de tu YO interior, de tu YO DIVINO, acercándote por ello al sufrimiento que la identificación con la mente produce.
Lo que ocurre es necesario, ni bueno ni malo, es lo que ES, y nunca podrás entenderlo desde lo que no eres, jamás desde la mente. Además, todo lo que se refleja en la realidad física (inexistente para tu YO auténtico, tan sólo para la forma) es que está en la mente.
La realidad física es producida y un reflejo de la mente. Si trasciendes lo que no eres, conectas con lo que eres, eso se reflejará en tu vida, en tu realidad. Y cuando sea algo extendido, entonces se reflejará en el ilusorio mundo físico. Nadie es la forma, así que no juzgues por lo que no se es.
El camino del odio siempre lleva al mismo final, la propia destrucción
Nota: Este artículo fue escrito cuando Nunc se retiró del mundo y comenzó a transmitir su experiencia. Es posible que algunas formas de expresión ahora no fuesen las mismas. Ve hacia lo que apunta, más allá de los conceptos. Te toca discernir.
Con la voz de Yolanda Adabuhi