Los errores no existen, al igual que no existen los problemas. Algunos pensarán que precisamente cuando se comete un error surge un problema, pero eso tan sólo es un calificativo mental que encierra negatividad, lo cual conlleva sufrimiento.
Es uno mismo el que añade el sufrimiento, el que lo crea. De por sí, no existe.
Un error tan sólo es una decisión que tomas, dejando a un lado que sea «equivocada» o «acertada», ya que estos calificativos están regidos por la mente, y hay que trascenderla, es una decisión. No hay buenas ni malas, son lo que son, decisiones.
Además, aunque en un principio se vean las consecuencias de cierta manera, es posible que aquello conlleve a otras que has de vivir, y observarlas para sentir lo que te quieren decir.
Esta decisión tendrá consecuencias, lo que otros denominan problema, y por ello sufrirán.
Hay gente que vive en constante agonía y tortura por las decisiones ya tomadas, lo que ellos al identificarse con la mente, consideran errores.
Si dejas de percibir los errores y problemas como tales, y los observas como decisiones y circunstancias, no aportarás sufrimiento. Sin él, podrás actuar desde la paciencia para cambiar las que creas que debes cambiar, pero siempre con paciencia, entonces no te importará si se ha cambiado o si no, ya que si mantienes la paciencia llegará la aceptación.
Ante estos hechos ¿Qué puedes hacer?
1.-Intentar cambiarlas.
2.- Aceptarlas.
3.- Alejarte de ellas.
Hagas lo que hagas y como lo hagas, hazlo con Paz.
Una de las claves es no juzgar nada ni a nadie, aceptando lo que es, no lo que hacen, ya que uno no es lo que hace. Lo que se es, está oculto tras la acción.
Si no juzgas, si no calificas ninguna situación como problema, y las ves como circunstancias, o simplemente actúas sin calificar y sin añadir sufrimiento, disminuirás el aporte mental del sufrimiento, llegando este a desaparecer en su momento.
No te tortures porque sufres, acepta que sufres. No puedes eliminar el sufrimiento añadiendo más frustración por sufrir. Acepta que estás sufriendo, y acepta que es pasajero y que te está aportando algo, sabiendo entonces que en sí mismo, el sufrimiento no es malo, sino un mensajero. Escúchale.
Ante cualquier consecuencia o decisión que vivas o tomes, tan sólo vívelas y actúa como sientes que debes hacer, dejando a un lado todo calificativo mental, ya que este no te ayudará en nada a cambiar o aceptar las circunstancias, tan sólo aporta sufrimiento.
Un proverbio del Tíbet dice:
Si un “problema” no tiene solución, ¿Por qué preocuparse?
Y si la tiene, ¿Por qué preocuparse?
Siempre con Paz, se solucionará.
Nota: Este artículo fue escrito cuando Nunc se retiró del mundo y comenzó a transmitir su experiencia. Es posible que algunas formas de expresión ahora no fuesen las mismas. Ve hacia lo que apunta, más allá de los conceptos. Te toca discernir.
Con la voz de Yolanda Adabuhi