En un lugar de mi mente,
donde no puedo acordarme
habita un niño con sueños
con el que quiero reencontrarme
Él quería experimentar nuevas sensaciones
conocer gente con diferentes religiones
escuchar y aprender de cada persona
lo bueno claro, pues todos tenemos algo
¿Ese niño con sueños sigue en mí?
Me pregunto desde hace tiempo
¿le necesito para ser feliz?
Él me daba fuerzas para seguir
Mil viajes había soñado,
el mundo estaba en sus manos,
y ahora que he crecido,
el niño ha desaparecido.
Sé que está en mí
tan sólo tiene que despertar
y enseñarme tantas cosas
de la vida, su verdad
Él se arriesgaba y viaja solo
soñaba y soñaba, y en su nube habitaba
tal vez pocos le comprendían
pero él era feliz, pasando así su vida
Se alimentaba de sueños e imaginación
era capaz de escuchar a su corazón
con fe, ilusión y esperanza
crecía y alimentaba su alma
Una vez que crecemos, le dejamos de lado
Él que tanto nos ha ayudado y enseñado
que siempre ha estado
cuando lo hemos necesitado
y casi siempre sin ser llamado
Él da la chispa que nos falta en la vida
la rutina es nuestra compañía
ni siquiera es amiga
Y él tenía por amigo
al mejor que se puede pedir
al menos para intentar ser feliz
Su amiga era la confianza y la imaginación
en que puede mejorar la situación
la fe y la ilusión, buena compañía son
para ver cumplir sus sueños
o intentarlo de corazón
No perdáis a ese niño
que está en todos nosotros
está en él, en ti y en mí
te deseo que seas feliz
Con la voz de Yolanda Adabuhi