Había un joven que iba paseando por un parque. El muchacho tenía dinero en un bolsillo, pero no lo sabía.
Era un día muy caluroso, y el joven tenía mucha sed. Quería beber algo, y sufría al creer que no podía comprar nada de beber.
Mientras caminaba veía numerosos puestos de bebidas, y eso hacía crecer su desesperación. Él quería beber, pero daba por hecho que no tenía dinero para comprar.
Durante todo el camino, sufrió. Sufría al desear algo que él creía que no podía adquirir, y todo por no saber que lo tenía. Así que mientras duró el paseo, aunque fue un breve periodo de tiempo, sufrió.
Para él fue un verdadero infierno, y se preguntaba por qué él no podía beber y otros sí lo hacían. También veía a gente que no estaba bebiendo, pero él deseaba beber. Se repetía una y otra vez que quería que todo aquello acabase, ya que estaba viviendo una agonía inmensa.
Al llegar a casa, vio a su madre y le dijo que quería algo de beber, que durante el tiempo que había estado fuera de casa, no había bebido nada, y que lo había pasado muy mal.
La madre le dijo que mirara en uno de sus bolsillos, y así lo hizo. El joven sacó de uno de sus bolsillos algo de dinero, el suficiente para no haber pasado nada de sed mientras duraba su paseo, y se preguntó qué hacía aquello ahí.
Aquel joven se dio cuenta que si hubiera mirado más profundamente, si hubiera buscado en él, no habría pasado sed en ningún momento de su paseo. Así que aquel paseo, por la inconsciencia del joven al no saber lo que ya tenía, se convirtió en un infierno, pero qué diferente hubiera sido aquel paseo para el joven, si tan sólo hubiera mirado más profundamente.
Aquellos que aún buscan el bienestar o cualquier otra cosa en el exterior, fuera de sí mismos, vivirán en un infierno, al desear algo que creen que no tienen en sí mismos. Pero ahora te escribo para decirte que el breve paseo por la vida manifestada puede ser para ti un maravilloso y lindo paseo, pues aunque aún no seas consciente, Tú eres maravillosamente especial e importante.
Al igual que aquel chico inconsciente no sabe que tiene lo que necesita, y por ello sufre, puede que en tu vida aún haya sufrimiento, pero no necesitas buscar nada, pues todo está en ti.
Tal vez no te hayan dicho nunca el «tesoro» que tienes en tu interior, el «tesoro» que Eres en esencia, haciéndote creer desde siempre que has de prepararte para buscarlo fuera de ti mismo, y por esa inconsciencia tan sólo has sentido sufrimiento. Pero ahora está en ti saber que tienes el «tesoro», que tú eres el «tesoro», y actuar en consecuencia.
